Mientes

¿Porqué mientes
si luego te arrepientes?
Después vienes llorando,
con la cabeza gacha,
y suplicas mi perdón,
como un verdadero pecador.
Cabrón, no lo intentes,
no pidas que te absuelva,
vive con lo que dices
y asimila lo que predicas.
Esa coraza dorada
pronto oxidada estará,
y esa máscara donde escondes tu cara
en polvo se convertirá.
Pues no eres nada,
ni nadie,
si tu vida es pura patraña.

Fotografía: Dora Maar

Comentarios

  1. Vaya que duro poema y lleno de rabia.

    ResponderEliminar
  2. ¿En qué estabas pensando para que te saliera un poema con tanta rabia?

    Está muy chulo, me gusta aunque no te pega nada.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares