Elena

La llaman la muchacha inocente,
de mirada tranquila, color aguamarina,
con labios de seda, piel escarchada,
brazos de cobre, piernas de mimbre,
manos de cristal, nariz siliconada y,
mejillas encendidas, en una fogata de amapolas salvajes. 

Es una zagala dispar, atípica y benevolente,
con carácter de Santa, admirable serenidad,
asombrosa belleza y poseedora de inagotables habilidades,
disfrutadas por todos los habitantes, de la perdida comarca.
Pero, con sus peculiares rarezas,
dignas de una extravagante demente.

Se unta los cabellos con miel,
y se peina la indomable guedeja,
con avispas y abejas, que polinizan sus perturbadas floraciones mentales.
Se maquilla con dulces cremas pasteleras,
elaboradas por ella, al caer la noche,
que por las mañanas, sirve junto al té.
Se viste con bolsas de plástico, laminas de papel,
que adorna a su antojo, con colorido papel mache y,
bajo las temperaturas heladas, añade ovillos de lana y almejas saladas,
que cocino en el café.

Ella ríe ante un día gris, 
señalándolo con el dedo erguido,
mientras camina descalza,
sobre hilarantes cactus lechosos,
empero, llora descompuesta frente a un deslumbrante arco iris,
hasta caer congojada, en los brazos de algún buen mozo del pueblo,
que le levanta las faldas rasas y le acaricia las pelusas algodonadas.

Cuando la gente se enfada,
ella perdona,
cuando la vida le va mal,
ella sonríe, y navega, en su viejo paraguas,
hacía la muerte, pícara,
tejiendo guirnaldas de colores,
con hilo invisible,
que usa en todas las estaciones.

Y así es ella, simplemente es, Elena.

Comentarios

  1. oh muy bonito!
    jo que envidia me da que se te de tan bien escribir y encima poesia que es mas dificil que la prosa
    y menuda chica mas rara que esta elena no?? realmente unica jejeje
    bueno me a gustado muxo
    sigue asi

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  2. Hola Esther!!!
    Precioso poema:) Me recuerda a una muchacha de un libro que me lei que iba descalza por las calles de Paris, el libro se llama Lo que le falta al tiempo..
    Como va la universidad y los examenes? Espero que muy bien.
    Un besazo y sigue escribiendo.
    Blanca

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  3. Hola Esther, ¿como va todo?
    En cuanto a tú entrada anterior, en respuesta a tu último comentario, ahora si que entiendo lo que querías transmitir, y la verdad es que tienes toda la razón, el amor tiene esas fases, primero el extasis, después los problemas y por último, el final.

    Por otra parte, me ha gustado mucho este poema, sobretodo la parte en la que dices "le levanta las faldas rasas y le acaricia las pelusas algodonadas" jeje una forma muy bonita de describir la situación.
    Bueno, a ver si escribo algo pronto.Un beso!

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